La inundación, la angustia, deja muchas cosas y también muchos escritos, de las redes sociales leímos a  Maricel Rodriguez, docente, quien comparte horas con los pequeños y sabe de sus tristeza…

Gracias Maricel.

Salto, 16 de abril de 2017

Queridos grandes:

Es difícil comenzar a escribir esta carta porque es mucho lo que queremos decir…
Esta carta es para todos ustedes, no importa el lugar que ocupen, cada uno hace cosas diferentes…
Parece que el río está enojado y no creemos que sea con nosotros porque no hacemos otra cosa más que contemplarlo o disfrutar junto a él durante el verano … Tampoco creemos que le hayan molestado nuestras travesuras porque no son más que gritos, risas y chapoteos .
Pensamos que tal vez lo enojen algunas de las cosas que ustedes están haciendo mal…
Como talar indiscriminadamente árboles, realizar obras que perjudican su cauce o “no realizarlas “, tirar basura, muchas veces en nuestra presencia, sin entender que son nuestro ejemplo… que aprendemos de ver y escuchar sus acciones…
Tal vez no nos estén enseñando lo importante y se esté perdiendo tiempo en contenidos huecos y vacíos…
Escuchamos cuestiones como “la siembra directa “o “Intereses o acuerdos “….
Nada de esto es una afirmación de nuestra parte… son sólo interrogantes.
Pero lo que si es una certeza es que estamos preocupados y que nos están robando nuestra infancia y nuestros sueños…
Cuando el río se enoja… salimos rápido de nuestras casas, aparecen las lanchas, las sirenas, las luces y los rostros de desesperación de nuestros padres nos quedan en nuestras retinas para siempre…
Y después… llega ayuda… ropa, pañales, colchones… El pueblo se vuelve solidario…
Hay payasos, recreaciones, jugo y chocolatada para todos… Gracias!!! Nos reconforta… nos permite escapar, aunque sea, por un instante, de la cruel realidad…
Y después… el río se va calmando… Debe ser porque ve a “los grandes” haciendo cosas buenas… o no sabemos bien por qué….
Y volvemos a casa… y ya nada es como era…
El oso que dejamos durmiendo ya no está… la pelota que nos trajeron los reyes se la llevó el río cuando estaba furioso, junto a los autitos, las muñecas y las fotos…
Ya no estamos en las noticias y no hay payasos que nos hagan reír…
Estamos solos… con nuestras familias… hay cosas que pueden reemplazarse y tantas otras que jamás volverán a hacerlo…
Tenemos miedo a la lluvia… rezamos para que no vuelva a pasar… no queremos que los grandes vuelvan a equivocarse…
Nos gustaría que no se olviden de ser solidarios… nos gustaría seguir encendidos, con la ilusión de creer que es posible que los sueños de todos no sean ambiciosos y egoístas… Les pedimos por favor que hagan lo necesario para que el río no vuelva a enojarse!

Con mucho cariño:

SEÑORES NIÑOS

 

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