En tiempos en los que la juventud muchas veces es señalada por la falta de motivación, historias como la de Joaquín Perez Gardinali  nos devuelven la fe en el empuje y las pasiones que inspiran a las nuevas generaciones. A sus 16 años, este joven saltense ha concretado un proyecto que combina historia, esfuerzo familiar y un amor profundo por los trenes: la construcción de su propia zorra ferroviaria.

Desde pequeño, Joaquín sentía una conexión especial con los ferrocarriles, admirando el transporte y su impacto en el país. Lo que comenzó como un sueño infantil, dibujando trenes entre los 3 y 7 años, se transformó en un proyecto concreto hace cuatro años, cuando, gracias a videos en YouTube, conoció la Asociación Amigos del Ferrocarril Belgrano, un grupo sin fines de lucro dedicado a preservar el trazado ferroviario y el patrimonio ferroviario del ramal G del Belgrano. La motivación de esta asociación y su misión inspiraron a Joaquín a imaginar su propia zorra.

El apoyo familiar y el trabajo en equipo

El joven no estaba solo en este camino. Su familia, en particular su padre, fue un pilar fundamental en el proceso. Las primeras piezas que consiguió fueron unas ruedas originales del ferrocarril, donadas por un vecino de Berdier, apodado «El Torito». Esas ruedas, de origen anglo-francés, fueron el punto de partida para que, junto a su padre, comenzaran a darle forma a la zorra.

Joaquín cuenta que no fue fácil. En sus palabras, lo que más le costó fue conseguir las ruedas, pero, una vez que las tuvo, aprendió que la paciencia y el tiempo son claves para lograr lo que uno se propone. Además, involucró a la escuela técnica en el proyecto, utilizando sus conocimientos para elaborar los planos.

Un proyecto con historia y futuro

El movil ferroviario  de Joaquín es un verdadero homenaje al ferrocarril. Equipada con un motor Niwa, capaz de mover las ruedas originales, la zorra también cuenta con bancos para el conductor y pasajeros, luces, bocina y todos los detalles necesarios para volver a darle vida a un tramo del ferrocarril que, lamentablemente, ha caído en desuso.

El 20 de octubre, en una celebración íntima por el Día de la Madre, Joaquín planea realizar su primer viaje oficial con la zorra, acompañado por su familia y las personas que lo apoyaron durante el proceso. Pero este no es el fin del proyecto: su principal objetivo es realizar la limpieza del tramo entre Salto y Berdier y, en el futuro, promover viajes turísticos para que la gente conozca y valore lo que fue el transporte ferroviario.

Un ejemplo para todos

Con solo 16 años, Joaquín no solo ha revivido parte de la historia ferroviaria, sino que también ha demostrado que la pasión y el esfuerzo pueden dar grandes frutos. Este joven invita a otros a sumarse a su proyecto, a trabajar juntos para recuperar el patrimonio ferroviario y darle vida a estaciones olvidadas, como la de Verdier.

Joaquín es un ejemplo claro de cómo las pasiones, el trabajo duro y el apoyo familiar pueden convertir un sueño en realidad. Desde Saltoenred, celebramos su logro y quedamos a la expectativa de los próximos pasos en su admirable camino.

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