Estuvimos en el Taller Protegido. Andrea Gianini explicó que comenzaron las clases en marzo, con una matrícula de más de 40 chicos, durante las vacaciones donde solo está el personal pudieron “ayornarlo”  un poco pintando mesas, cambiando algunas cortinas, arreglaron la cocina y cambiaron algunas bateas.

En cuanto la obra que están realizando en el primer piso está parado por una cuestión de presupuesto, recordemos que esa obra se comenzó con la colaboración de la Fundación “Pura Vida” que siguen trabajando.

La situación no es fácil, reciben becas por 20 y son más de 40 y si bien reciben ayuda de algunas entidades y un subsidio menor de la municipalidad,  se cubren las necesidades básicas.

En cuanto a las tareas además de los dulces licores y conservas que todos sabemos que son de muy buena calidad, ahora incursionan en los adornos en vitrofusión.

Todos sabemos del profesionalismo y dedicación de Andrea Gianini y su gente en el Taller Protegido, pero n están pasando por el mejor momento,  Se puede colaborar comprando los productos que ellas hacen y la rifa anual que está en la calle.

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