Estamos en una búsqueda.
Juntos, dentro de un mismo espacio, que es diverso y está muy bien que así sea. Nos falta entender que es uno solo. Las «identidades partidarias» sirven para recordar desde dónde partimos, pero de ninguna manera deben ser barreras infranqueables que nos impidan avanzar.
Nadie, en este lugar, ejerce la política como un medio de sustento económico. Todos vivimos de nuestros trabajos y profesiones. El fin que buscamos, es uno solo. Todos queremos lo mismo. Transformar Salto en un mejor lugar donde vivir.
Que sea esa nuestra única meta, que ningún árbol, por más grande que sea, nos tape nuestro objetivo.
Los egos, son inevitables en la política. Pero se puede aprender a domarlos, a racionarlos. Hay que ser prudentes e inteligentes a la hora de tomar decisiones electorales.
Estamos obligados a encontrar una fórmula que nos sirva a todos. Porque estamos obligados a presentar una opción electoral confiable, es un deber cívico, si es que queremos participar del concierto político local.
Estamos obligados a mirar hacia nuestro lado donde está el vecino, que nos acompañará si priorizamos la unidad, el trabajo y la coherencia, para ayudar a cambiar este oscuro presente.
Quiero otro Salto. Queremos otro Salto. Hagamoslo posible.

MARCELO HERRERA

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