El 27 de noviembre de 2007 La Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que declara el 2 de Abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, pero no se estableció como un día de celebración, sino como un día para reivindicar.
Las personas con autismo, y muy especialmente las mujeres con autismo, siguen a día de hoy, sufriendo los problemas derivados de la limitación, restricción o supresión de sus derechos fundamentales. A nivel de salud, educación, empleo, o vida digna, seguimos teniendo graves carencias, las cuales además se agravan en función de el poder socio-económico de la familia, o del país en el que vivas, aspectos que aumentan la brecha social.
El 2 de abril es el día para denunciar, visibilizar, y dar voz a las personas que en pleno siglo XXI tiene sus derechos limitados. No es un día para celebrar, es un día para tomar conciencia de que millones de personas en el mundo viven esta dura realidad.
En el 2018 empieza a tomar fuerza en el colectivo el hecho de que las mujeres que están en el espectro del autismo sufren la discriminación de forma más intensa, tanto es así, que los investigadores están empezando a decir que quizá hay más mujeres de lo que se pensaba hasta la fecha dentro del espectro del autismo, y que quizá, incluso en los procesos diagnósticos existe un sesgo relacionado con el sexo de la persona.
Esta realidad empieza a ser visible, inicialmente dentro del colectivo, ya cada vez más y más profesionales y asociaciones están trabajando para que las mujeres sean visibles incluso en el propio colectivo del autismo. Es una doble discriminación contra a que debemos trabajar duramente.
Necesitamos por tanto seguir rompiendo mitos, ya que estos mitos perjudican dentro y fuera. Durante mucho tiempo se afirmó que por cada mujer con autismo habían 4 o 5 hombres. Hoy esta cifra está cambiando día a día, algunos investigadores afirman que quizá sea un espectro de paridad, donde estemos frente a un 1 a 1, otros ya hablan de rebajar esa cifra a un 2 o 3 a 1, pero aun es demasiado pronto para poder establecer cifras definitivas, este es uno de los objetivos, poder saber a ciencia cierta ese dato.
Pero también hay que empezar a poner sobre la mesa que entre el colectivo de personas con autismo también hay personas con diversidad en su orientación sexual y en su identidad de género, al igual que sucede en la sociedad general, la homosexualidad, transexualidad, bisexualidad, disforia, …, son realidades que a día de hoy, siguen también sin ser visibilizadas, aumentando más aún la brecha social de quienes presentan esa diversidad sexual asociada a su propia diversidad autística.
Quizá este 2018 sea el año de sacar a la luz los aspectos menos conocidos de la diversidad existente dentro del propio autismo. Dar luz a esas realidades también es concienciar. Y quizá, este sea el año donde se apueste seriamente por concienciar en las escuelas, ya que quizá no podamos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, pero sí podemos dejar mejores hijos a este mundo, concienciar en la escuelas es mostrar la realidad social a los niños de hoy, quienes serán los adultos de mañana. Si un niño ve el autismo como algo natural en su sociedad, dejaremos de hablar de inclusión y solo hablaremos de convivencia.
://autismodiario.org
REUNIÓN PARA REGULAR LA PRESENTACIÓN DE BUZOS DE EGRESADOS EN SALTO
Hoy, las estudiantes Delfina Damonte, Julieta Sainz, Sara Boscoscuro y Catalina Testa, aco…