“Con más iluminación no se oculta el desastre y la inacción, solo se ve mejor quienes somos cada uno”

La última Sesión del Concejo Deliberante de Salto, mostró la cara visible de lo que nos pasa como sociedad; esa que nos enfrenta y que convive con la que nos une y muestra la solidaridad como estandarte ante catástrofes naturales previsibles.
La Provincia y la Nación dispusieron de 70 millones de pesos para Salto en concepto de Iluminación, obra necesaria, solicitada oportunamente y que el Concejo aprobó sin más. No obstante, ante el requerimiento del Bloque del Frente Renovador para clarificar el Expediente de las luminarias ante el mismo Concejo; esta dependencia, no cumplió con lo solicitado, demostrando su falta de compromiso en la realización de las obras necesarias para menguar los efectos de las inundaciones y mitigar la incertidumbre de quienes perdieron todo. “Prefieren condicionar nuestros reclamos y urgencias para los inundados y las obras necesarias para que no vuelva a suceder esta catástrofe, efectivizando millones de pesos para luminarias en todo el distrito” expreso la concejal Marián Lis Caporossi.
Además agrego, “Las últimas inundaciones nos dejaron un saldo demasiado pesado y doloroso como para que algunos den tan fácilmente vuelta la hoja y pidan empezar de cero. Existen responsables, por omisión o por desidia, se podría haber menguado el efecto devastador de la lluvia caída, todos lo sabemos. Pero esos responsables, hoy intentan lavar culpas escondiéndose detrás del ´Estado Benefactor´ entregando dinero y no obras primordiales para corregir lo sucedido, y para todo esto encontró la colaboración de los bloques mayoritarios, con ausencias inducidas y elocuentemente oportunas. Nadie rechaza dinero para nuestro pueblo, a lo que nos oponemos es a que el árbol tape el bosque y a que agradezca en lugar de exigir responsabilidades y que se hagan cargo de de sus errores”.
En cuanto a la posición minoritaria tomada en la votación, expreso: “Los 70 millones de pesos que recibirá en total nuestra sociedad para iluminar las calles, provienen del mismo Ministerio de Planificación Federal que tendría que haberse hecho cargo de las obras de la cuenca del Rio Arrecifes que faltaron, y es la misma dependencia que tendría que hacerse cargo de las consecuencia de su inacción, de las 2000 viviendas que faltan en Salto y de aquellas que están inhabitables, de los puentes y caminos destrozados por el agua, de los miles de problemas que no se solucionaran y que nadie garantiza que no vuelvan a suceder”. “Nuestra intención era aprobar dicho proyecto con el compromiso y la exigencia de que el mismo Ministerio que ejecuta el dinero, se comprometa con el desastre que padecemos, que tanto la Provincia como la Nación, se pongan a la altura de las circunstancias, realicen las obras e instrumenten un plan de vivienda para los afectados por la inundación y los vecinos de Salto. Pero parece que algunos hicieron como el tero, fueron a gritar al barrio, pero al momento de poner los huevos eligieron ausentarse o ser complacientes con el oficialismo”.
Siguiendo con este tema, la concejal expreso su parecer sobre lo acontecido en la aprobación de las luminarias para el Partido de Salto: “Los acuerdos políticos eleccionarios poco le importan a la gente que se quedó sin nada por el agua, las obras de iluminación son vistosas y quizás sirvan para ganar una elección, pero también permiten ver con claridad quienes somos, quizás a muchos los millones de pesos le re-direccionen las prioridades, a mí me siguen moviendo las mismas cosas. No quiero ser contemplativa de la soledad de los damnificados por las inundaciones en Salto.”
Para cerrar la Edil de Salto expreso: “Hace unos meses decía el Papa: “Procuren tener un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia”; desde que asumí esta banca, y soy parte de este proyecto renovador, estoy convencida que la pobreza económica es fruto de la inequidad, la pobreza moral es fruto de la indiferencia y la pobreza espiritual es fruto de las ambiciones. Por eso duele la desidia de quienes se creen poderosos, duele ver tanta pobreza moral ocupando lugares de decisiones, pero mucho más duele la indiferencia cotidiana que nos rodea y nos apabulla.”
Marian L. Caporossi
Concejal
Frente Renovador
Salto